-Querido diario:
Descubrí que el amor no es malo, simplemente existen personas que no saben amar...me conformaba con momentos de cariño, creía que al lado de alguien encontraría el verdadero amor, pero en realidad no es así. Durante mucho tiempo de mi vida he buscado encajar con las personas que me rodean, eso implica dejar de hacer algunas cosas me gustan...dejar de ser yo.
Las personas suelen ser prejuiciosas y hasta cierto punto hipócritas con tal de agradar a los demás. Decimos que nos molesta la falsedad y las mentiras, pero... ¡Todos en algún momento hemos sido hipócritas y mentirosos!. "A veces es la única salida que tenemos ante los problemas, ante las circunstacias que se presentan". Debido a tantos golpes y caídas, comencé a endurecer mi corazón; tanta traición hizo que me volviera fría, tanto dolor me hizo insensible...al grado de olvidar lo que es llorar, incluso...lo que es reír sin fingir. Poco a poco fui descartando el sentimentalismo, fui cerrándome a una relación; me negué a confiar, me negué a creer, me negué al amor, si, al amor.
Creí que merecía un amor mentiroso y efímero, creí que el amor era un cuento para los más débiles, una forma de engañar al dolor. En mi mundo estaba prohibido amar, pensaba que quienes decían estar enamorados solamente estaban confundidos, estaban en un estado de engaño, que en cualquier momento...saldrían de él y se darían cuenta de la mentira que se habían creado. ¿En qué momento llegué a esto?, yo era una persona que entregaba el corazón facilmente, todos decían que era la mujer más confiable y tierna, pero creo que se me fue la mano...era tan buena que me convertí en presa fácil. Dicen por ahí: "Eres buena hija y te prohíben todo, eres buena novia o esposa y no te valoran, eres buena amiga y te fallan" mejor no hay que ser tan buenos. ¡Me faltó malicia!. Después de tantas traiciones llega un momento en el cual el corazón deja de luchar, todos son los culpables de lo que sucede...¡Si no hubieran jugado con mi corazón yo sabría amar!. Espera, culpar a los demás es la forma más fácil de salir de cualquer problema, ahora que lo pienso no todo es culpa de los demás. Yo permití también que me lastimarán, les mostré mis heridas a quienes no debía...mi felicidad siempre la he dejado en manos de los demás, cuando en realidad es mía y por lo tanto tengo el poder de decidir que me afecta y que no, quien me lastima y quien ya no.
Después de mucho tiempo, después de pensar y meditar en base a mi sufrimiento, hoy por fin lo encontré, si, encontré la raíz del amor...justo dentro de mí, justo en mi corazón. Comprendí que el amor comienza en mí, amarme tal y como soy, con mis virtudes y también con mis errores. Asi que volé, volé muy alto y lejos, volé hasta que mis lágrimas se secaron con el viento, volé hasta dejar de oír esas voces que me lastimaban, volé y nunca más volveré a la jaula donde por mucho tiempo me encerré.
Con amor.
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